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  • Nayda Cruz

Haz que tu texto sea fácil de leer: tipografía


Haz que tu texto sea fácil de leer: Tipografía

En el pasado blog escribí sobre el primer aspecto que trabajo al comenzar un diseño editorial: los márgenes. El buen manejo del espacio ayuda a que tu texto sea más fácil de leer.


En este blog te comparto el segundo paso al que le presto suma atención: la tipografía.


¿Qué es la tipografía?


Antes de entrar al tema de cómo la tipografía ayuda a que tu texto sea fácil de leer, vamos a repasar algunos términos.


Cuando se habla de tipografía es común que las personas se refieran a indistintamente a palabras como “tipo”, “letra” o “fuente”.


En inglés existe la palabra “typography” que se refiere a la disciplina en general del diseño y manipulación de texto o caracteres. Para referirse al diseño de caracteres con estilos particulares utilizan la palabra “typeface”.


Los caracteres son las letras, números y signos de puntuación que componen una tipografía. También incluye lo que son espacios y cualquier otro símbolo especial.


En español, usamos la misma palabra para referirnos a la disciplina como al diseño. Así que en este blog nos referimos a tipografía como el diseño de un conjunto de caracteres.


Por ejemplo, “Times New Roman” es una tipografía muy utilizada. “Arial”, “Comic Sans” y “Helvetica” son otros ejemplos de tipografía. Cada una tiene un diseño particular.


Ahora, cada tipografía contiene un grupo de características que se llaman “fuentes”. Por ejemplo, la tipografía “Times New Roman” contiene la fuente “Times New Roman Bold” y “Times New Roman Italic”. Otras características de las fuentes pueden ser “Narrow”, “Condensed” y “Semibold” entre otros.


Ejemplos de tipografía y fuentes

Así que podemos resumir que la tipografía es el diseño de los “tipos” o “caracteres”. Fuente es cómo se ven esos caracteres en diferentes estilos.


¿Qué considerar al escoger una tipografía para hacer nuestro texto fácil de leer?


Cuando estoy en búsqueda de qué tipografía usar sigo estos tres pasos:


1. Seleccionar tipografía “Serif” para el texto extenso.

Cuando hablamos de una tipografía “Serif” (serifa) nos referimos a que las letras tienen “patitas” en los extremos. Una vez más, el ejemplo clásico es “Times New Roman”.


“San Serif” (sin serifa) son letras sin esos adornos en sus extremos. Por ejemplo la tipografía “Arial”.


Las serifas son utilizadas en textos extensos ya que ayudan a lector a crear una línea imaginaria horizontal mientras lee.


Las letras “San Serif” son buenas para encabezados o textos cortos.


Ejemplo de Serif y San Serif

2. Asegurarme de que la tipografía seleccionada tiene variedad de fuentes.


Luego se seleccionar la tipografía “Serif” que voy a utilizar en el texto extenso, me aseguro de que sea una tipografía con variedad de fuentes.


Texto en libros, revistas o manuales, siempre van a utilizar variaciones en “Bold” o “Italic”.


Ejemplos de estilos de fuentes

3. Seleccionar tipografía para títulos, encabezados o secciones particulares.


Cuando seleccionamos una tipografía para el texto extenso, nos enfocamos en que sea una “Serif”.


Sin embargo, cuando buscamos una letra para títulos, encabezados o secciones en particular tenemos más libertad. Podemos escoger entre los estilos de “Serif”, “San Serif” o “Scripts”, “Monospaced”, entre otros.


Podemos hacer que un arte se vea moderno, corporativo, creativo, infantil, relajante, histórico… todo según la tipografía que seleccionemos.


Lo que va a determinar el estilo es el contenido del texto y el público a quién va dirigido.


Título, subtítulo y texto

Legibilidad ante todo.


Existen miles de opciones de tipografías. Sin embargo, el diseño nunca puede superar la función.


Cuando se diseña un texto extenso, buscamos que el lector pueda interpretar el texto con la menor distracción o interrupción posible.


Concuerdo con David Bann cuando dice: “(...) el uso de tipografía suele ser una cuestión de hacer una serie decisiones consistentes”.

El uso de tipografías con variedad de fuentes es una opción ideal para mantener consistencia en un diseño editorial.


Así que al diseñar, escoge una tipografía “Serif” con variedad de fuentes para tu texto, una tipografía legible y significativa para los textos destacados; y sé consistente a través de todo el documento.


En el próximo blog escribiré sobre cómo los espacios en el texto ayudan a que tu texto sea más fácil de leer.

 

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